4 de enero de 2023

Ricardo Olaran Añíbarro: conservación y rehabilitación del edificio de oficinas de Luzuriaga en Pasajes

La asociación cultural Antxotarrok Historia Mintegia comenzó hace muchos años una campaña de concienciación sobre el valor patrimonial de un edificio de uso industrial situado en el barrio donostiarra de Molinao, en el límite con Pasajes Ancho (Guipúzcoa). La construcción había sido algunas décadas atrás la sede de las oficinas y albergado los laboratorios de la importantísima empresa Victorio Luzuriaga S.A., sociedad fundada en San Sebastián en 1898 y dedicada a la fundición de hierro, pero cuyo edificio se encontraba abandonado desde los años ochenta del pasado siglo. 

El movimiento para salvar este edificio tuvo su origen en unas Jornadas de Urbanismo sobre Pasaialdea (distrito formado por los pueblos de Pasajes de San Pedro, Pasajes de San Juan, Pasajes Ancho y Trincherpe) impartidas en la Universidad Vasca de Verano en el año 2008. Al movimiento iniciado por esta asociación cultural se sumó un grupo de jóvenes autodenominado "Luzuriaga Martxan", comenzando una activa campaña en favor de la conservación del edificio, al que fueron sumándose muchas otras voces para salvarlo de una más que probable demolición y exigir su reconstrucción y reutilización como centro de actividades culturales y sociales, en una zona especialmente necesitada de inversiones e infraestructuras de estas características, no habiendo cesado estas iniciativas de recuperación del patrimonio desde entonces.


Ricardo Olaran Añíbarro

El edificio, que había sido proyectado entre 1943 y 1947 por mi padre, Ricardo Olaran Añíbarro -doctor arquitecto y doctor ingeniero industrial-, con fachadas clásico-modernistas y una planta de 101 x 11 metros albergaba, como ya he indicado, las oficinas de la importante empresa de fundición Victorio Luzuriaga, que fue el motor económico de Pasajes desde su creación a finales del siglo XIX y durante muchas décadas del siglo XX, hasta su cierre en 1987 ocasionado por el proceso de reconversión del sector siderúrgico. 

Los promotores de la conservación y reutilización del edificio fueron realizando innumerables gestiones durante los siguientes años, manteniendo conversaciones con diferentes ayuntamientos, con la dirección de Patrimonio y el Departamento de Urbanismo del Gobierno Vasco, con el Instituto Geográfico "Andrés de Urdaneta, Diputaciones, el Colegio de Arquitectos-Vasco Navarro y muchas otras instituciones públicas y privadas con el fin de obtener apoyos para conseguir el mantenimiento del edificio industrial y darle un uso cultural y social.

Son muchas las instituciones que habían declarado el alto valor patrimonial del edificio construido por Ricardo Olaran Añíbarro, calificándolo de joya arquitectónica del patrimonio industrial y entre ellas, el INGEBA (Instituto Geográfico Vasco "Andrés de Urdaneta"), que lo ha considerado como el mejor edificio de carácter industrial de San Sebastián. Otros edificios relevantes de mi padre fueron el Hospital Provincial de Guipúzcoa, la Clínica de San Juan de Dios y el frontón Galarreta en Hernani y  las reformas que, como arquitecto, realizó en numerosos edificios religiosos y civiles, como la torre de la catedral del Buen Pastor y la iglesia de los Jesuitas, en San Sebastián, por citar solamente algunos ejemplos de lo que fue su larga y prolífica carrera en la que desempeñó durante muchos años el cargo de decano-presidente del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro y en la que tuvo una especial dedicación a la docencia de la arquitectura y la ingeniería.

El edificio de oficinas de Luzuriaga había pasado a ser propiedad del Instituto de Crédito Oficial (86,6%), del Gobierno de Navarra (7,36%) y de la Diputación Foral de Guipúzcoa (6,04%), que se mostraron favorables a realizar los trámites administrativos necesarios para facilitar su venta. Finalmente, el pasado 21 de diciembre de 2022, la corporación municipal de Pasajes aprobó por unanimidad en un pleno extraordinario la compra del edificio de oficinas de Luzuriaga por 2,6 millones de euros, para su transformación en un gran centro social y cultural. Por parte de los Presupuestos Generales del Estado serán aportados seis millones de euros para obras de rehabilitación y acondicionamiento de sus instalaciones. 

Es una excelente noticia que debemos celebrar y que cierra un capítulo de muchos años de esfuerzos en favor de la conservación y rehabilitación del patrimonio arquitectónico y en los que han estado involucradas muchas personas e instituciones de forma totalmente altruista, dando ahora paso a una nueva etapa en la que deseamos ver recuperada una destacada obra arquitectónica y conseguir dinamizar una zona histórica y cultural de Guipúzcoa.