22 de marzo de 2021

Santiago Ramón Cajal y Ricardo Añíbarro Lángara

Con ocasión del centenario de la creación del Instituto Cajal en 1920, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está presentando en el Museo Nacional de Ciencias Naturales en Madrid una interesante exposición sobre la vida y la obra del científico y humanista español, Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), premio Nobel de Medicina en 1906. El padre de la teoría neuronal, uno de los mejores científicos de todos los tiempos, consiguió extraordinarios logros científicos que han sido ampliamente reconocidos desde su época y estuvo siempre preocupado por combatir el atraso en el que se encontraba España respecto a otros países de Europa, por medio de la investigación y difusión de conocimientos y mejora de establecimientos científicos. 

La personalidad de Ramón y Cajal abarcó también muchos otros aspectos aparte de los científicos, que son mostrados en esta exposición que tiene como fin dar a conocer cómo fue la vida de don Santiago, a través de su legado formado por fondos de carácter científico que proceden del mismo Cajal y de sus discípulos más directos como Domingo Sánchez, Nicolás Achúcarro, Jorge Francisco Tello y Fernando de Castro, principalmente. Este legado se encuentra actualmente en el Instituto Cajal del CSIC, según fue ordenado en el testamento de 1931 y un codicilo posterior de Cajal, en los que lega algunos de sus instrumentos científicos, monografías científicas y sus colecciones, medallas y condecoraciones, títulos honorarios y corresponsales, placas honoríficas, etc.

Para más información sobre esta exposición, véase el siguiente enlace: 

https://www.mncn.csic.es/es/visita-el-mncn/exposiciones/santiago-ramon-y-cajal

Uno de los discípulos de Santiago Ramón y Cajal fue mi bisabuelo paterno, Ricardo de Añíbarro y Lángara (1857-1934), doctor en medicina y primer director de la Casa de Salud de Santa Águeda, en Mondragón (Guipúzcoa). El balneario de Santa Águeda fue creado para aprovechar la acción beneficiosa de las aguas sulfurosas que desde antiguo fueron famosas por sus beneficios para la salud y hasta aquí llegaba gran parte de la aristocracia de España para tomar baños. Una de las personas que regularmente visitaba el balneario era el presidente del Consejo de Ministros, don Antonio Cánovas del Castillo, que fue asesinado en el mismo balneario en la tarde del domingo, 8 de agosto de 1897. Con él se encontraba su esposa, doña Joaquina de Osma y Zabala, hija menor de los marqueses de la Puente y de Sotomayor y tras este fatídico suceso, el balneario de Santa Águeda cerró sus puertas.

Cuando se produjo este asesinato, mi bisabuelo era médico titular de Mondragón, cargo que ejercía desde hacía 18 años cuando tenía 22 años de edad y algunos meses después de la tragedia, el padre Benito Menni -hoy santo- le eligió para llevar adelante su obra y fundó el 1 de junio de 1898 en las instalaciones del balneario el Hospital Psiquiátrico de Santa Águeda, contando con la ayuda de las hermanas hospitalarias y de los hermanos de la orden religiosa de San Juan de Dios. De esta manera, Ricardo Añíbarro Lángara se convirtió en el primer director del que ha sido el primer establecimiento psiquiátrico del País Vasco, hoy conocido como Hospital Aita Menni, dependiente de la Diputación de Guipúzcoa.

Varios años antes Ricardo Añíbarro Lángara había defendido su tesis doctoral, con el título de "Significación clínica de la Hipertermia", siendo evaluada por un tribunal en el que se encontraba don Santiago Ramón y Cajal. Mi bisabuelo había sido discípulo de don Santiago en la Facultad de Medicina de Zaragoza, donde había estudiado medicina y, años después, el 20 de mayo de 1895, leyó su tesis doctoral en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Madrid.


Tesis de doctorado de Ricardo de Añíbarro y Lángara



Firma de Santiago Ramón Cajal en la tesis de doctorado de Ricardo de Añíbarro y Lángara  (nótese que no lleva la partícula "y" entre sus apellidos).

Santiago Ramón y Cajal realizó un viaje a Guipúzcoa en 1906, el mismo año en que fue galardonado como Premio Nobel de Medicina, siendo recibido en un acto en el Palacio de Bellas Artes de San Sebastián que había sido organizado por la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País en honor del científico y asistieron miembros de la Sociedad Bascongada, del Colegio Médico de Guipúzcoa, del claustro de catedráticos del Instituto General y Técnico, autoridades, corporaciones y prensa. En esta ocasión, Ricardo Añíbarro Lángara pronunció un discurso ensalzando la personalidad de Santiago Ramón y Cajal, personalidad que conocía de cerca desde sus años de estudiante de medicina.

Casado desde 1881 con mi bisabuela, Ascensión Resusta Madinabeitia que era hija de José María Resusta Altuna, fundador de la Unión Cerrajera de Mondragón en 1906, mi bisabuelo Ricardo Añíbarro fue integrante -según el doctor Ignacio María Barriola Irigoyen- del grupo de médicos guipuzcoanos de la llamada "generación del 98", entre los que se encontraba Pío Baroja, y llegó a ser una autoridad en la ciencia psiquiátrica de su época, como quedó reflejado en sus aportaciones publicadas en la Revista Frenopática Española, considerada la revista psiquiátrica más importante de principios del siglo XX. De carácter liberal, su actividad se dirigió también a otras áreas de interés, ejerciendo muchas y muy variadas funciones en la vida social, cultural, empresarial y política, llegando a ser el 25º presidente de la Diputación Foral de Guipúzcoa en 1930.