Desde las últimas décadas del siglo XIX, con el avance de las artes gráficas se produjo un gran desarrollo del cartel y del folleto turístico, en los que el dibujo, la tipografía y el color tuvieron un papel predominante. A través de este medio publicitario se dieron a conocer los lugares más atractivos de muchos países y, en el caso de España, la ciudad de San Sebastián ocupó un lugar destacado.
Clima Ideal es el título de la excelente exposición gráfico-histórica que, hasta mediados de octubre, puede visitarse en el Museo San Telmo de San Sebastián y toma el título de un cartel del genial artista gaditano Manolo Prieto (Manuel Prieto Benítez, 1912-1971), publicado en 1934 para publicitar el turismo de esta ciudad. En esta muestra se realiza un recorrido que manifiesta el importante papel que ha tenido la ilustración gráfica en el fomento turístico de la ciudad y de sus alrededores, desde fines del siglo XIX y hasta la década de los años sesenta del siglo XX, dando a conocer una parte importante de lo que fueron la capital guipuzcoana y las localidades cercanas a ella, en cuanto a sus rasgos de identidad geográficos, históricos, artísticos y culturales.
Durante mediados del siglo XIX, con el derribo de sus murallas y la expansión urbanística, San Sebastián fue dirigiendo sus esfuerzos para convertirse en una ciudad turística y darse a conocer entre los principales destinos del mundo. En este sentido, la fotografía jugó un papel decisivo pero también el dibujo que, presentado a todo color, contribuyó a difundir la imagen de esta ciudad a través de la cartelería turística. Por su carácter aristocrático y ser la ciudad española donde se establecía la corte en los meses de verano, los carteles de San Sebastián destacaron en su importancia por girar sus actividades veraniegas alrededor de la familia real y pueden considerarse entre los que fueron más bellamente realizados.
Inicialmente, fueron las principales empresas comerciales interesadas en el desarrollo turístico las que se apoyaron en este medio de propaganda como fin para el desarrollo de sus inversiones. Entre ellas se encontraban las compañías ferroviarias y las que giraban en torno al ocio, como aquellas que centraban sus actividades en los casinos o el mundo de los toros. En 1928 se creó el Patronato Nacional de Turismo que canalizó los intereses públicos en el desarrollo turístico del país y, tras la guerra civil, fue la Dirección General del Turismo la encargada de su fomento y difusión.
Los carteles y folletos fueron el principal medio para crear una determinada imagen de la ciudad en el exterior y se convirtieron en un gran reclamo para atraer visitantes a San Sebastián, ofreciendo una imagen atractiva dirigida a los amantes de la vida social, del ocio, del bienestar corporal y del deporte. Además, otras localidades guipuzcoanas estuvieron interesadas desde las primeras décadas del siglo XX, en la difusión de su imagen con fines turísticos, principalmente Irún, Fuenterrabía, Zarauz, Rentería, Tolosa y Eibar, gracias a la presencia en ellas de grupos de artistas dibujantes de primer nivel. En sus carteles trataban de difundir los rasgos característicos de cada una de estas localidades desde el punto de vista natural, monumental o de sus costumbres típicas.
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