Ayer se cumplió el 4º centenario
de la muerte de Miguel de Cervantes y hoy se celebra el mismo centenario del
fallecimiento de William Shakespeare, dos figuras que vivieron en la misma
época y que tuvieron la misma afición a las letras. Dos figuras que son
símbolos en dos países que a lo largo de la historia han estado enfrentados en
numerosas ocasiones. Era de esperar que con la celebración del 4º centenario del fallecimiento de ambos, hubiera cierta competencia entre estos países y que se realizaran inevitables comparaciones.
Las cosas no comenzaron con buen
pie cuando el ayuntamiento de Madrid anunció a bombo y platillo el
descubrimiento de los restos mortales de Miguel de Cervantes. Las explicaciones
sobre todo el proceso llevado a cabo no convencieron a muchos por su ambigüedad,
y todavía quedan numerosos interrogantes sin explicación. Pero lo que importaba eran las prisas antes de que cambiara el responsable de la alcaldía de Madrid y
poder ponerse las medallas. Como resultado, la inauguración de un monumento en
el convento de las Trinitarias con los restos de Miguel de Cervantes mezclados
con los de otras personas, sin haberse podido llegar a individualizar, y una
exposición de bajo perfil sobre el proceso de excavación, en el Museo de Historia de Madrid, que ha pasado bastante desapercibida .
Para el resto de los actos
programados en toda España, mi opinión es que debería haber existido un portal institucional
organizado por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España, desde el
inicio de la celebración del 400 aniversario del fallecimiento de Miguel de
Cervantes, portal que presentara todas y cada una de las actividades
programadas dentro y fuera de España. Era la manera de dar fuerza a un programa
realizado por diferentes iniciativas institucionales y privadas en todas las comunidades y de dar valor
a una figura de la categoría de Miguel de Cervantes. Pero una vez más, se ha demostrado en nuestro país que el nacionalismo y el localismo han ganado la batalla a un
proyecto cultural que debe ser común a toda la nación, proyecto que se ha demostrado que no existe.
Los británicos, desde el
Ministerio de Cultura y del British Council, http://www.shakespearelives.org/events,
han estado trabajando juntos para ofrecer un programa de actividades a lo largo
de todo el año 2016 para conmemorar el 4º centenario de Shakespeare. No conciben a
Shakespeare exclusivamente como una figura literaria, sino como un representante
de la cultura británica en general y entienden que la difusión de su figura
reporta importantes beneficios económicos a la nación, como la atracción de
turistas de otras nacionalidades. Están aprovechando también este 4º Centenario
para que con los fondos generados y a través de VSO, http://www.vsointernational.org/, una organización de voluntarios
en 25 países, se pueda llevar la educación a los más desfavorecidos.
Los medios de comunicación, como
la BBC, http://www.bbc.com/news, se han esforzado también por
crear portales para ofrecer toda la información posible sobre la organización
de los actos en su honor.
En España, hoy se ha celebrado en
Alcalá de Henares la entrega del Premio Cervantes 2015 al escritor Fernando del
Paso. Hasta ahora han venido realizándose una serie de actos dirigidos por
numerosas instituciones, pero sin una coordinación central. Actos sin una importante
campaña de comunicación, como la que debería haber realizado desde su sitio web,
por poner un ejemplo, la Real Academia de la Historia, dirigida por doña Carmen
Iglesias que ha participado como coordinadora de algunas conferencias en honor
a Miguel de Cervantes y que sin embargo, no ha presentado en su sitio web
información sobre ningún acto, canal de comunicación que necesita urgentemente
ser revisado y actualizado desde hace ya muchos años para dar una apropiada
imagen institucional.
El resultado general de los actos
programados en honor a Miguel de Cervantes ha sido bastante pobre, sin fuerza,
sin poder de convocatoria, sin apenas consecuencias positivas sobre la economía
y el bienestar de los ciudadanos ofreciendo una imagen de país descoordinado, desunido
y sin interés por la difusión de nuestras figuras nacionales, como efectivamente sucede,
Hoy ha sido publicado en el
periódico francés Le Figaro, un artículo comparativo sobre la actividad
desplegada por España e Inglaterra entorno a sus dos principales figuras
literarias. Es necesario leerlo para realizar una autocrítica de cómo en España
se están tratando los temas culturales, desidia que no pasa desapercibida en otros
países, como en este caso Francia:
Es lamentable que España no aproveche estas efemérides que le permitan dejar además una buena imagen cultural internacional.