Hace 100 años, el 1 de enero de 1914, el periódico La Época abría su edición de la siguiente manera:
"1914. Año Nuevo. Una nueva incógnita que se ofrece a nuestra imaginación, preñada de esperanzas y de temores. ¿Qué nos deparará la suerte? ¿Tendremos que recordar, con el poeta, que cualquier tiempo pasado fue mejor, o veremos realizados, siquiera en parte, las ilusiones que acaricia nuestra mente, y los anhelos a cuyo impulso palpita nuestro corazón? ¡Solo Dios lo sabe! El hombre, en su pequeñez, apenas si conoce el pasado, y en vano intenta penetrar en el misterio del porvenir."
En todos sus años de historia, el periódico mencionado había asistido a importantes sucesos como los reinados en España de 4 monarcas: Isabel II, Amadeo de Saboya, Alfonso XII y Alfonso XIII, la aparición de la Primera República, la pérdida de las últimas colonias y las consecuencias de tres guerras carlistas y sentía que después de tantos sucesos ocurridos, quedaba poco por ver: "Bueno o malo, el año que hoy comienza pocas novedades podrá ofrecer a los que, como nosotros, llevamos ya recorrida la mayor parte del camino de nuestra existencia."
Lo que no imaginaba el escritor es todos los acontecimientos que ocurrirían durante los próximos 100 años, comenzando por el estallido de la I Guerra Mundial apenas 6 meses después de que escribiera lo anterior y algunos años después, una Guerra Civil española que marcaría a las siguientes generaciones.
Y continuaba: "¿Qué habrá que pueda sorprenderla si en sus páginas ha tenido ocasión de registrar los más variados sucesos, desde aquellos que permitían acariciar la esperanza de que en nuestra Patria volviese a ocupar en el mundo el puesto que le señala la Historia, hasta aquellos otros que hacían temer la disolución de nuestra nacionalidad, a impulso de las naciones desbordadas?"
¡Qué cercano y actual me parece todo lo que expresa, no tenemos más que leer hoy mismo cualquiera de los periódicos editados actualmente y podremos comprobar que continuamos con los mismos anhelos y temores, y han pasado 100 años! El hombre no ha conseguido aprender de sus errores y conocer la historia es el mejor medio para evitar repetirlos.