El collar de perlas fue durante todo el siglo XIX y primeras décadas del siglo XX un objeto icónico por el que se medía el estatus de las damas de la aristocracia y las mujeres competían entre ellas por ser situadas en uno de los primeros lugares de la sociedad francesa.
El 4 de febrero de 1851 se estrenó en el Théâtre du Gimnase de París, la comedia titulada: "Le Collier de perles", obra en tres actos del autor cómico Éduouard Mazères. La obra debe su nombre a un collar de perlas de un valor de 150.000 francos que es entregado por una muchacha para conseguir la libertad de un hombre honorable, pero a quien le habían ido mal los negocios y a quien una deuda de 100.000 francos, que no había sido pagada a su vencimiento, le había llevado a prisión.
Anteriormente, otra obra titulada "L'Homme gris", comedia en tres actos y en prosa, de los autores Théodore Baudouin d'Aubigny y Adolphe Poujol, fue estrenada con gran éxito en el Théâtre Royal de l'Odéon, en Paris, el 23 de septiembre de 1827. En ella, la joven Mina, entregaba también su magnífico collar de perlas a un judío para sacar de la cárcel a su cuñado, a quien este había hecho encarcelar.
La condesa de Castiglione, amante del emperador Napoléon III, era propietaria de un famoso collar de cinco vueltas compuesto por 279 perlas, con el que se presentaba en las fiestas de Las Tullerías. A su fallecimiento fue vendido en el Hôtel Drouot en París, en subasta pública realizada en 1901, junto con otras fabulosas joyas que habían sido de su propiedad. Sin embargo, este collar era superado por el de la emperatriz Eugenia, que estaba formado por ocho vueltas de perlas blancas.
La École des Arts Joailliers de París presenta hasta el próximo 1 de junio, en el Hôtel de Mercy-Argenteau, la extraordinaria exposición titulada: "Paris, capitale de la perle", en la que se presentan un centenar de piezas provenientes de más de veinte entidades colaboradoras, como el Musée des Arts Décoratifs de Paris, el Petit Palais, las colecciones patrimoniales de Van Cleef & Arpels, Cartier y Fred y la colección privada Albion Art. A través de una selección de impresionantes joyas, libros de cuentas, documentos de archivo y fotografías, se realiza un recorrido por esta exposición para contarnos los detalles de una obsesión que marcó a la alta sociedad de una época.
Durante el periodo conocido como "la III República Francesa", que se sitúa desde el final de la década de 1860 a los años 1930, la mayoría de las perlas pescadas en el Golfo Pérsico tenían como destino la ciudad de París, donde eran trabajadas por las más prestigiosas joyerías de la rue de la Paix y de la place Vendôme para una exigente clientela internacional. En los Locos Años Veinte, las perlas se convirtieron en un verdadero objeto simbólico, tanto si eran naturales como cultivadas y desde la mitad de los años veinte no dejaron de inspirar a los joyeros parisinos y a los artistas del cine y del teatro, la literatura, la música, la pintura, la fotografía, los afiches y las ilustraciones. Debemos destacar la obra: "Les pêcheurs de perles", ópera en 3 actos con libreto de Michel Carré y Eugène Cormon, y música de Georges Bizet, que fue estrenada el 30 de septiembre de 1863 en el Théâtre Lyrique de Paris y está ambientada en la isla de Ceilán, como una de las principales de esta época.
La exposición "Paris, capitale de la Perle" trata de dar respuesta a algunas cuestiones como cuáles fueron las razones por las que tantos negociantes pudieron vivir en París en aquella época del comercio de las perlas; cuándo y por qué razón, la capital de Francia se convirtió en el centro mundial de la perla; de qué manera se estructuraron las relaciones entre Francia y el Golfo Pérsico, que fue su principal proveedor; las razones por las que aquel comercio floreciente llegó a desaparecer completamente con el tiempo y, sobre todo, por qué se ha perdido la memoria de aquella época dorada de las perlas.
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