4 de mayo de 2017

Cartera de Identidad del Emigrante

A propuesta del ministro de Fomento, Rafael Gasset, la Cartera de Identidad para los emigrantes a Ultramar fue declarada obligatoria por Real decreto del 23 de septiembre de 1916 (Gaceta de Madrid nº 270, 26/09/1916, p. 638), y se van a cumplir los 100 años desde que fue exigida en todos los puertos de embarque, el 15 de mayo de 1917, según fecha fijada por el Consejo Superior de Emigración.



Esta cartera facilitaba a los emigrantes su viaje, ya que hasta ese momento se les exigía para viajar una serie de documentos que no resultaban útiles para identificarlos ni suficientes para el control de la emigración, según los requisitos establecidos por la Ley del 21 de diciembre de 1907 (art. 5º) y el Reglamento del 30 de abril de 1908 (arts. 6º, 7º, 8º, 9º, 10º y 14º).

Toda la documentación que era exigida hasta ese momento a los emigrantes y que ocasionaba enormes gastos e inconvenientes a los mismos, se fundió en un solo documento más fácil de tramitar en las oficinas de Correos, eliminando los intermediarios y los costes excesivos que pasarían a ser de cincuenta céntimos de peseta, resultando su adquisición sencilla y económica.

El emigrante que poseía la Cartera debía presentarla en la Inspección de Emigración del puerto de embarque para su comprobación antes de obtener el billete del viaje. El siguiente paso era su presentación al consignatario del barco en donde el emigrante iba a viajar para la expedición del billete. Éste despachaba el billete y hacía en la cartera la anotación oportuna, entregando al emigrante el billete. Otro billete, junto con la orden de embarque era remitido a la Inspección de Emigración, que tras su comprobación debía devolver dicha orden al emigrante. El emigrante presentaba así la cartera a su entrada al buque en la que constaba la firma del consignatario reconociendo el pago del billete.

Para ampliar el caso de los emigrantes españoles a Brasil entre 1880 y 1930 y la evolución de las disposiciones legales para viajar a países de Ultramar, véase mi obra: La emigración y colonización española en Brasil, 1880-1930. Madrid, 2013.