16 de junio de 2024

La villa Alcedo de Biarritz y sus obras de arte

Don Fernando Quiñones de León y de Francisco Martín, marqués de Alcedo y de San Carlos, grande de España, diplomático y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, fue una de las figuras más importantes de la vida social de Biarritz en las postrimerías del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. A él, su familia y su villa de Biarritz dediqué uno de los capítulos de mi libro titulado "Nobleza Española en Biarritz", publicado por Ediciones Universidad de Navarra (EUNSA) en el año 2017 y reimpreso en el año 2024.

Óleo sobre lienzo de Antonia de Bañuelos y Thorndike
representando, probablemente, al marqués de Alcedo

El marqués de Alcedo estuvo casado, en primeras nupcias, con doña María de los Milagros Elduayen y Martínez, hija de don José Elduayen -marqués del Pazo de la Merced-.  Desde 1887, doña María de los Milagros fue la VIII marquesa de Valladares pero falleció en Málaga tempranamente, el 15 de febrero de 1888. En noviembre de 1891, el marqués de Alcedo obtuvo licencia para contraer matrimonio con doña Antonia de Bañuelos y Thorndike -hija del conde de Bañuelos- y contrajeron matrimonio el 24 de noviembre de 1891 en el Palacio de Castilla, residencia en París de la reina Isabel II de España en su exilio.

El marqués de Alcedo tenía varias magníficas residencias y una de ellas se situaba en Biarritz y era conocida como "villa Alcedo", donde reunía obras artísticas y recibía a las principales personalidades del mundo artístico, diplomático, político, social y cultural del momento. El marqués destacó por su actividad intelectual y realizó relevantes trabajos de investigación de Historia y Heráldica -destacando entre ellos su obra sobre los merinos mayores de Asturias- y editaba lujosamente sus libros, dando a luz numerosos datos provenientes de los documentos de su archivo.

La villa Alcedo tenía hermosos salones que encerraban tesoros y era un verdadero museo de piezas artísticas y arqueológicas. Según un artículo publicado en el diario conservador español La Época, en 1911, destacaban entre sus obras un cuadro de Murillo y un monje de Ribera y estaba decorada con valiosos muebles, antiguos terciopelos y brocados, grandes vitrinas en el salón de baile repletas de bellísimas porcelanas, soberbios esmaltes y estatuas de mármol y bronce, entre muchas otras obras artísticas.

Los muebles antiguos de la casa, perfectamente conservados y los libros que mostraban las aficiones literarias del marqués causaban gran admiración, por ser obras raras y códices miniados. En la casa dominaba el gusto del Renacimiento, sobre todo en la sala que servía de vestíbulo y en el gran salón. Destacaban los bargueños antiguos apoyados sobre pies de ricas columnas salomónicas, maderas españolas artísticamente talladas, sillones fraileros, algunos con casullas antiguas en sus respaldos y asientos, grandes sillas portuguesas de cuero repujado, cuadros de santos y retratos de aristocráticos personajes, armas y armaduras históricas y viejos arcones. En el amplio y elegante comedor y en los demás salones dominaban otros estilos que eran los del siglo XVIII y en ellos se exponían preciosas vitrinas mostrando magníficos abanicos, porcelanas de Sajonia y miniaturas.

La marquesa de Alcedo, doña Antonia de Bañuelos y Thorndike tenía un gran talento para la escultura y la pintura, habiendo participado y obtenido premios en varias exposiciones internacionales. Su obra pictórica estuvo especialmente dedicada a las mujeres y los niños y fue muy difundida en publicaciones extranjeras en las que colaboró como ilustradora. En la villa Alcedo destacaba un retrato de su autoría representando a su hija mayor -Isabel-, pintado cuando era niña junto con un magnífico perro y también otro cuadro representando una niña durmiendo.

Doña Antonia de Bañuelos y Thorndike falleció en Bournemouth -Inglaterra-, adonde se había dirigido para mejorar su salud, el 3 de diciembre de 1909. El marqués de Alcedo falleció el 8 de enero de 1937 y algunos años después la villa Alcedo fue vendida al Ayuntamiento de Biarritz, que instaló en ella el Liceo, pero fue demolida en 1976 para realizar nuevas construcciones.


Catálogo de la subasta "Antonia Bañuelos-Thorndike. Derniers souvenirs intimes".

Para quien realiza estudios de Historia Familiar es muy gratificante participar en una subasta dedicada a los objetos de arte  y antigüedades de una familia, como la celebrada ayer en San Juan de Luz -Francia- por Côte Basque Enchères y a la que he tenido el placer de asistir. En este tipo de subastas se puede conocer de primera mano el gusto de la familia estudiada muchos años después de que fueran disfrutados por sus dueños, a través del mobiliario, objetos y obras de arte de las que se rodearon en su vida y en caso de estar interesado, poder adquirir una de estas valiosas piezas, tanto desde el punto de vista económico como histórico o sentimental.

La subasta ha estado dedicada a Antonia de Bañuelos y Thorndike y en ella se han vendido muchos de los objetos que pertenecieron al marqués y la marquesa de Alcedo que ocuparon algún lugar en la villa Alcedo de Biarritz y que durante muchos años, desde la venta de esta residencia, habían quedado guardados en una villa de la cercana San Juan de Luz. Entre estos objetos destacaron algunos bocetos y cuadros realizados por la marquesa de Alcedo, pero igualmente libros del marqués, retratos de familia, objetos religiosos, muebles, vajillas y cuberterías, porcelanas y lozas, cuadros antiguos y grabados, cristalerías y curiosidades, entre otros.

En este enlace se puede acceder al catálogo con todas las piezas subastadas por Côte Basque Enchères en la subasta sobre Antonia de Bañuelos Thorndike y la ficha detallada de cada objeto.

Más información sobre mi libro Nobleza española en Biarritz en este enlace.