Es muy gratificante ver cómo una importante y
olvidada figura histórica de la categoría de D. Blas de Lezo y Olabarrieta, está saliendo a la luz en los últimos años. A ello están contribuyendo algunas
publicaciones, exposiciones, conferencias e iniciativas populares por recuperar
su memoria que están dando grandes
frutos y por las que Blas de Lezo está siendo conocido por muchas personas más allá
de los círculos intelectuales.
La exposición “Blas de Lezo. El valor de Mediohombre”, que tiene lugar en el Museo Naval de Madrid ha batido records de asistencia y
ha sido prorrogada por dos meses más, desde el 13 de enero y hasta el 3 de marzo
de 2014. El museo ha cerrado el año 2013 con más de 135.000 visitantes,
la mejor cifra de su historia, éxito debido principalmente a la gran acogida que ha
tenido la exposición donde casi a diario se formaban largas filas de público
para visitarla.
La iniciativa impulsada por la asociación “Monumento a Blas
de Lezo”:(www.monumentoablasdelezo.com), bajo su Presidente D. Íñigo
Paredes Camuñas, busca erigir mediante suscripción popular un monumento al insigne
marino guipuzcoano. La Asociación cuenta con el apoyo del ayuntamiento de
Madrid que ha constituido un grupo de
trabajo con prestigiosas instituciones y ha anunciado que el monumento se
levantará en un futuro en la plaza de Colón de Madrid.
Anteriormente ya había sido realizada una importante
escultura de D. Blas de Lezo. En 1956, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España,
encargaba a D. Emilio Laiz Campos, reputado escultor madrileño, una estatua del marino que fue donada a
Cartagena de Indias (Colombia) por medio del embajador D. Germán Baraibar. En
1957 el escultor, poseedor de muy diversos galardones nacionales y extranjeros, y que en su vida profesional estuvo muy vinculado a Hispanoamérica daba los
últimos retoques a la escultura que se instaló más tarde a la entrada del castillo de San
Felipe de Barajas, en esta ciudad. El artista fue personalmente invitado al
acto de entrega de la estatua.
Actualmente, y en esta misma ciudad colombiana, se están dirigiendo
los esfuerzos por encontrar la tumba desconocida de D. Blas de Lezo y
Olabarrieta, fallecido a causa de las heridas que sufrió en la batalla de Cartagena
de Indias en 1741 y por la que es especialmente recordado al haber vencido el ataque de los ingleses al mando del almirante Vernon. En esta ciudad, han comenzado a desarrollarse
excavaciones en el lugar donde antaño se encontraría la capilla de la Vera Cruz:
En cuanto a las publicaciones sobre D. Blas de Lezo, quisiera señalar que en el año 2009 presenté en la XV
Reunión Americana de Genealogía-V Congreso Iberoamericano de Ciencias Genealógica
y Heráldica mi ponencia titulada:
“Don Blas de Lezo y Olabarrieta: estudio genealógico e historia familiar”: (http://www.montejasso.com/ponencia_lezo.pdf), que analizaba la ascendencia y descendencia familiar de D. Blas de Lezo y Olabarrieta y de su mujer, la peruana Dª Josefa de Pacheco y Bustíos, trabajo de investigación en donde daba a la luz una gran cantidad de documentación inédita. Puedo asegurar, que aún entonces e incluso dentro de los mismos círculos académicos, D. Blas de Lezo era un gran desconocido. Otras publicaciones en años anteriores y posteriores han contribuido a dar a conocer su figura, centrándose principalmente en el aspecto militar, aunque como historiadora, debo indicar que aquellos trabajos que comúnmente se enmarcan dentro del género de la novela histórica, adolecen, en gran parte de los casos de una asombrosa falta de rigor histórico.
“Don Blas de Lezo y Olabarrieta: estudio genealógico e historia familiar”: (http://www.montejasso.com/ponencia_lezo.pdf), que analizaba la ascendencia y descendencia familiar de D. Blas de Lezo y Olabarrieta y de su mujer, la peruana Dª Josefa de Pacheco y Bustíos, trabajo de investigación en donde daba a la luz una gran cantidad de documentación inédita. Puedo asegurar, que aún entonces e incluso dentro de los mismos círculos académicos, D. Blas de Lezo era un gran desconocido. Otras publicaciones en años anteriores y posteriores han contribuido a dar a conocer su figura, centrándose principalmente en el aspecto militar, aunque como historiadora, debo indicar que aquellos trabajos que comúnmente se enmarcan dentro del género de la novela histórica, adolecen, en gran parte de los casos de una asombrosa falta de rigor histórico.
Todos aquellos que desde diferentes perspectivas nos interesamos por la figura de D. Blas de Lezo y Olabarrieta y nos venimos esforzando porque su vida y su obra sean conocidas, debemos sentirnos satisfechos por los resultados que se están obteniendo, aunque no debemos nunca bajar la guardia ni dejar de trabajar por ganar nuevas batallas, como él mismo hizo a lo largo de toda su vida.